El aprendizaje de Sampaoli

Matko Koljatic

Las últimas semanas hemos sido asediados por Brasil 2014, por lo que usted probablemente no quiera leer más de futbol. Pero, dado aquello que todos somos comentaristas deportivos amateur, la tentación es demasiado grande como para resistirla, particularmente para alguien que ha enseñado gestión varias décadas. El futbol, a fin de cuentas, es solo un ejemplo más de cómo la gestión hace la diferencia en las organizaciones.

Es habitual escuchar analogías futboleras respecto de lo que sucede en las organizaciones, sean estas empresas con fines de lucro o de cualquier otro tipo. Hay paralelos evidentes entre situaciones que se manifiestan en oficinas y fábricas, donde debe ejercerse un rol de liderazgo y trabajo en equipo, y lo que ocurre fuera y dentro de la cancha.

Considere por ejemplo, lo ocurrido entre Lionel Messi y Alejandro Sabella, el director técnico argentino, en el primer partido de Argentina, frente a Bosnia y Herzegovina. Para aquellos que pueden no saber lo que ocurrió, al final del primer tiempo Argentina ganaba, jugando mal, gracias a un autogol de un defensa bosnio. La estrategia planteada por Sabella no estaba funcionando, perjudicando particularmente a Leo Messi, que no tenía compañía arriba. Después del partido se supo que, en el entretiempo, Messi exigió al entrenador un cambio de esquema y de jugadores. Sabella le hizo caso a Leo, el equipo argentino jugó mejor y ganó. En los partidos siguientes Sabella ha planteado los partidos con el esquema exigido por Messi.

Es evidente de la anécdota anterior que hay una situación que podría ser entendida hasta como una insubordinación -por aquellos a quienes les gustan los liderazgos autoritarios y que piensan que ejercer la autoridad es mandar- o, en contrario, como una forma inteligente de resolver un potencial conflicto, cual es escuchar a los stakeholders e incluso reconocer un error, tomando medidas correctivas, en lo que se podría entender como un liderazgo participativo.

Mi impresión es que para Sabella, un entrenador experimentado en lides de clubes pero que llega por primera vez a un Mundial, todo esto es parte de su aprendizaje de la profesión. No es raro que el periodismo hable a menudo de los entrenadores como “el estratega”, que como usted puede haber escuchado proviene del griego por “general”, en su acepción militar. Hay un aprendizaje que se va haciendo en las batallas, en un camino largo de prueba y error.

Considere ahora una segunda situación. Después del triunfo de Holanda sobre Chile, Jorge Sampaoli se quejó de que Holanda había entrado a defenderse. Louis Van Gaal, entrenador de Holanda, le retrucó que su equipo había sido astuto y que había ganado quien había planteado el partido en forma más inteligente. ¿Con qué nos encontramos en este caso? Un director técnico que ha dado mil batallas frente a un debutante en un Mundial. Reconociendo que Sampaoli, como heredero de Marcelo Bielsa, es un gran entrenador, particularmente en lo que tiene que ver con los aspectos motivacionales del juego, le ha faltado aquello que hizo Sabella, escuchar. Por ejemplo, cuando seleccionó a los 23, el periodismo deportivo insistió que había un déficit en el juego aéreo y que había que incluir a lo menos un defensa especialista en ello. Sampaoli no escuchó, llevó la defensa más baja del Mundial y de 4 goles que le hicieron a Chile, 3 fueron resultado del juego aéreo rival. Es de esperar que con miras a la Copa América, que es la próxima meta, Sampaoli haya ganado rodaje en este Mundial y, en breve, aprenda.

Como decía al principio, el futbol sigue las mismas normas que la gestión. La teoría dominante actualmente sobre estrategia indica que las ventajas competitivas radican en el aprendizaje organizacional. Por eso es tan importante la experiencia -la prueba y error- en el éxito organizacional. Y, ello se hace escuchando a los stakeholders y no imponiendo visiones o dando órdenes que solo tienen sustento en la autoridad.

Solo cabe esperar que el aprendizaje de Sampaoli sea fructífero y que Chile gane la Copa América, como todo el país espera.